Hoy he hecho algo un poco raro. El profesor estaba en plena exposición sobre las burdas extrapolaciones que ha hecho la antropología física al usar estudios sobre hominidos, cuando de la nada se me dio por interrumpirlo diciendo “Es hora de descansar”. El profesor es medio sordo y no me escuchó bien así que le repetí que teníamos que parar haciéndole con las manos la seña de medio tiempo. Todos me miraron raro y él dijo “Bueno, si es hora de descansar… descansemos pues”.
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Bajé corriendo las escaleras, yo tenia una extraña necesidad. Llegué al puesto de Sósimo y compré un pan con pollo, luego me dirigí como por instinto al baño y así, instintivamente y como un animal, devoré el pan en 4 bocados, sentada en la taza del baño más sucio que pude encontrar.