(Sin) razón número uno: me gusta cómo escribesEn el libro que estoy leyendo* a una mujer le dejan notas anónimas con contenido erótico. Ella quiere conocer al hombre que las escribe. No lo conoce y lo quiere (tener). Hace minutos (leí que) en su desesperación por encontrarlo, confundió a un hombre de por ahí, a uno más de esos que hay en serie, con el hombre de las notas. Se le acercó y él la trató muy mal. Trató de sacar provecho de ella de forma muy brutal. Ella se sintió basura. Cuando regresó a su casa encontró otro mensaje en su espejo del VERDADERO HOMBRE y sintió consuelo, entonces...
“Acaricio las letras rojas sobre el cristal, emocionada, segura de que el hombre que las había escrito era una persona realmente maravillosa.”
Y cito esto porque yo siempre estuve segura, aunque antes me haya equivocado.
*"Pudor". Santiago Roncagliolo
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